Desde las Vocalías Gremiales planteamos el rechazo a la realización del Operativo Nacional Aprender, que impulsa el Ministerio de Educación de la Nación y que pretende llevar a cabo en la provincia de Neuquén, a través de la Resolución Nº 1328, del 27 de septiembre del 2018.
Nos oponemos, principalmente, porque se trata de un operativo que concibe la evaluación como un fin en sí mismo y como un mecanismo punitivo. Reduce la participación real de los compañeros a meros aplicadores, y a los estudiantes a sujetos pasivos de estudio.
Son evaluaciones estandarizadas, elaboradas en un contexto ajeno al que se desarrolla un proyecto educativo, genuino, pensado y adaptado a las necesidades de cada comunidad educativa. Directivos y docentes de las instituciones se transforman en veedores de las escuelas en las que se aplicará la prueba.
No participan los docentes en la elaboración y el diseño de dicha evaluación. Se presenta como un documento externo de medición sin atender a la relevancia social de los aprendizajes y la evaluaciones integrales que nuestras compañeras/os construyen cada día.
Consideramos que no mejora el nivel educativo el hecho de evaluar en forma permanente. Los procesos de enseñanza aprendizaje necesitan otros tiempos, además de espacios adecuados para desarrollarlos y los recursos y herramientas para efectivizarlos.
Las pruebas contemplan respuestas cerradas y de elección múltiple. No se producen instancias de intercambio ni de devolución ni de discusión entre evaluadores y evaluados, siendo una práctica asimétrica. Es una evaluación que no coincide con las prácticas que llevan adelante las instituciones.
El perfil que en general denotan estas políticas educativas solo atienden a los requisitos de organismos financieros internacionales que utilizan los resultados para acceder a créditos internacionales desde la nación.
Resistir su aplicación y no ser cómplices de un operativo que lejos está de contemplar los intereses y objetivos que tienen nuestrxs Niñxs, Maestrxs e Instituciones Educativas.
