Desde #aten, celebramos y reconocemos los avances en derechos que progresivamente se fueron conquistando desde la sanción de la Ley Nacional de ESI y la Ley de Identidad de género, entre otras.
En el día de hoy, y por primera vez en la región, se reconoce el derecho de que cualquier persona que no se sienta comprendida en el binarismo “masculino/femenino” podrá optar por la nomenclatura ‘X’ en el campo ‘sexo´ de su DNI.
La nomenclatura ‘X’ en el campo ‘sexo’ significa el reconocimiento de nuevas identidades antes invisibilizadas como por ej: no binaria, indeterminada, no especificada, indefinida, no informada, autopercibida, no consignada; u otra acepción con la que pudiera identificarse la persona que no se sienta comprendida en el binomio “masculino/femenino”.
La identidad autopercibida fuera del binarismo de género “masculino/femenino” es una extensa lucha de colectivos y activistas que durante muchísimos años no sólo fueron invisibilizados sino también estigmatizados, reprimidos y discriminados.
¿Por qué es importante esta ampliación de derechos? Porque nuestras escuelas, nuestra formación docente y nuestras culturas están permanentemente desafiadas por las necesidades de las personas y colectivos más desfavorecidos y oprimidos por el patriarcado. La identidad de género y la creación de contextos libres de discriminación es materia central en los procesos de enseñanza y aprendizaje en nuestras aulas. Una pedagogía de la identidad en la escuela enseña que cada persona define quién es, cómo quiere ser y cómo quiere ser percibida socialmente más allá del binarismo “masculino/femenino”: es la identidad como vivencia interna, subjetiva y respetada.
Por eso, desde #aten celebramos siempre la ampliación de derechos: por nuestras infancias, adolescencias, juventudes y personas de cualquier edad; por identidades libres y más felices.
