“Una lesbiana se defendió, se llama Higui y tiene la absolución”. Así cantaban muchísimas compañeras y grupos de activistas lesbianas.
En este caso, Higui ejerció el derecho a la autodefensa en un contexto de violación grupal: había sido atacada en patota con la intención de “corregirla, hacerla mujer”.
Higui es cartonera, futbolera, y lo que padeció en 2016 se convirtió en lucha y militancia contra la lesbofobia y por justicia.
Su absolución es hoy un precedente fundamental para todes. Durante el ataque Eva “Higui” de Jesús se defendió con una herramienta de jardinería, la misma que usaba en su trabajo cotidiano. Fue acusada por homicidio, estuvo 8 meses presa.
Esta semana enfrentó el juicio en Tribunales de San Martín, pcia de Buenos Aires; mientras que, hasta el día de hoy, esa violación grupal no tiene imputados ni investigación en curso que pese sobre los autores.
Esta es la expresión de la justicia patriarcal con la que se lucha cotidianamente. Y también esta es la militancia y activismos que sostienen redes para que otra justicia y otros mundos sean posibles.
Esta causa muestra también que necesitamos un mayor compromiso con la ESI en nuestras escuelas. La ESI en los términos de la Ley 26150, con perspectiva de género.
La ESI es un derecho de nuestrxs estudiantes: una posibilidad para construir vidas sobre bases no sexistas ni discriminatorias.
Justamente hoy, 18 de marzo se conmemora el Día de la Promoción de los derechos de las personas trans, por la militancia de Claudia Pia Baudracco quien impulsó organizadamente la Ley de identidad de género.
No hay coincidencias, hay luchas. Todavía falta saber dónde está #Tehuel.
La deuda sigue siendo con Nosotras y Nosotres!
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