15 años de lucha contra la Impunidad!! Carlos Fuentealba, Presente! Ahora y siempre

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CARLOS FUENTEALBA
Desde su Junín de los Andes natal donde abrió sus ojos a la vida en 1966, su
mirada tierna y resistente, su personalidad tímida grita contra el maltrato y la
desidia, su caminar firme como sus convicciones contra las injusticias se
forjaron entre las jornadas de trabajo rural de sus padres y el frío montañés
que lo acompañaba en sus largas caminatas a la escuela primaria. Aprender a
leer para enseñar a su madre, primero, y a quien se cruzara en su camino
cotidianamente era su deseo más profundo.

Enseñar a leer el mundo, como diría Paulo Freire, era su horizonte; y su
escuela secundaria completó esa mirada desde las profundidades de la
materia y la energía; recibirse de Técnico Químico develó espacios
extraordinarios para su cometido.

Al partir de Junín a Neuquén trajo con él esa mirada pregnada de simpleza; la
que se iluminó frente a un guardapolvo: el de Sandra a quien conoció en 1989
recién llegada de BsAs.
Había transitado por varios trabajos como el de la construcción que lo
templaron, y el encuentro con la ternura de la maestra de primaria lo llevaron
al Profesorado de Educación Primaria; el ISFD N°5 de Plottier –al que llegaba
en bicicleta muchas veces- . Cuando en 2005 se recibió de maestro ya había
enseñado a muchxs en su camino; volvía con paso firme y sonrisa franca
hacia ese mundo de estudiantes al que ansiaba liberar de las opresiones
cotidianas de la ignorancia y el menosprecio.

Llevaba consigo la fortaleza de su padre y madre, su esfuerzo cotidiano le
valió ser becado para completar sus estudios secundarios; a sus compañerxs
impulsaba a explorar sus posibilidades y potenciarlas; a esxs pibes y pibas

-como sus propias hijas- que buscaban en la educación pública la oportunidad
de transformar lo inexorable en posibilidad de ser y hacer. Porque al decir de
Sandra: “Él nos enseñaba que las cosas sencillas hacían a las grandes”.
Dos años más tarde, ya era Profesor de Química del CPEM 69 -y en otros
secundarios de Neuquén capital-. Era el que amasaba pan con sus estudiantes
mientras enseñaba la complejidad de la ciencia y quería profundizar en ese
campo para ser profesor titulado. Trabajador de la Educación por convicción
de cuna era delegado sindical en ese establecimiento, la honradez en la tarea
de representación acompañó las decisiones gremiales y la lucha docente…la
que lo llevó a Arroyito.

La convicción compartida con su compañera en defensa de la vida es
militancia que aún nos define, él les comunicaba a sus estudiantes que
aunque sus vidas no fueran fáciles valía la pena vivirlas. Así sus hijas supieron
y saben que su padre, aquella mañana del 4 de abril, estaba luchando por lo
que le correspondía. Fué un Operativo criminal la que cercenó esa vida plena
de convicciones y enriquecedora para todxs quienes la compartían.